LOS PODERES PERSONALES

Como si se tratara de una repartición en muchas formas generosas, la naturaleza le ha otorgado a los seres humanos, poderes o capacidades que les permiten tener lograr metas tangibles y alcanzar el bienestar emocional. No todos, sin embargo, son capaces de reconocer y usar dichos poderes.

En términos generales, entendemos por «poder» a la capacidad de una situación, persona o cosa, para producir cambios en algún nivel de la realidad. Por lo cual los dones, talentos y habilidades que las personas puedan poseer, forman parte de esta categoría.

Disponemos de un enorme arsenal de cualidades, como: reflexividad, intuición, habilidad oratoria, capacidad para aprender, planificación, sentido estratégico, etc. tenemos más de 100 mil millones de neuronas en nuestros cerebros, órganos especializados y mil dones más. Y todos estos beneficios, pueden ser utilizados de manera consciente para crear mejores maneras de ser, actuar y lograr.

Sin embargo, muchos dudan de sus capacidades y creen que carecen de talentos particulares. Se perciben a sí mismos como sujetos «incapaces» o «débiles» e incluso pueden enfocarse más en resaltar sus defectos que en destacar sus fortalezas, aunque lo positivo sea evidente para la mayoría.

Debe entenderse que para beneficiarse de las propias capacidades, es requisito indispensable reconocerlas, admitir que existen. Con razón decía el sabio Emerson, que “la confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito”.

Reconocer los poderes de los que disponemos es un paso, y usarlos es otro. Más gente de la que nos gustaría admitir, entrega a otros el control de sus vidas. Renuncian a los beneficios de esos poderes, eligen anularse, victimizarse y ceder el control para evitar conflictos, ser aceptados o evitarse retos y esfuerzos. Aunque luego, en algún momento de sus vidas, lamenten haberlo hecho.

Despertemos, descubramos las capacidades con las que hemos sido bendecidos, iniciemos la acción y podremos obtener los beneficios asociados con el coraje, la iniciativa y el éxito. Pensemos que el “genio de la lámpara” no puede aparecer, si no hay alguien que la tome en su mano y se decida a frotarla. Gracias por leerme. Twitter: @doctorrenny

Renny Yagosesky es Ph.D y MSc. en Psicología, Conferencista y Escritor.

Nota: Si va a citar parcial o totalmente este artículo, recuerde incluir el autor y la fuente.

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