LA VIDA AJENA

Dr. Renny Yagosesky ///

Una de las costumbres màs visibles y en cierto modo limitante de los seres humanos, es la de meterse en la vida ajena. A la mayoría la mueve una inmensa curiosidad por conocer detalles del mundo privado de los demás, especialmente si son vecinos, amigos, enemigos o gente famosa como políticos o artistas.

El origen de esta tendencia no es del todo conocido, pues mientras unos culpan a la biología (requerimos información para tomar buenas decisiones), otros consideran que es una maña aprendida en sociedad y que revela debilidad de valores.

Como quiera que sea, vivir hundidos en la realidad particular del prójimo nos aleja de nuestras metas personales y nos inscribe en la lista de quienes esparcen rumores no confirmados y se dedican a exaltar intrascendencias.

En su libro «El Trabajo de Katie», Byron Katie señala la existencia de tres tipos de asuntos: mis asuntos, tus asuntos y los asuntos de Dios. Y agrega que la mayoría de la veces sufrimos porque nos metemos en los asuntos de otros y en los de Dios en vez de priorizar lo atinente a nuestras necesidades y deseos.  Su propuesta es que aquellos que se enfocan en sus cosas y dejan a los otros vivir en sana paz, son claramente más productivos y felices.

No estoy sugiriendo que nos convirtamos en indiferentes o egoístas, sino que aprendamos a no interferir ni inmiscuirnos en lo que no nos compete y en especial si no hemos sido invitados.

La aparición de las redes sociales ha abierto un espacio de conexión permanente que es casi imposible ignorar. Sin embargo, creo que debemos poner algunos filtros y definir ciertas prioridades. No todo es tan relevante como para dedicarle tiempo y atención. Aquello que sirve a nuestras metas y nuestra felicidad es lo que debe estar incluido en los primeros lugares de nuestra lista de asuntos para atender, elegir y evaluar.

Pensemos que el tiempo es demasiado valioso para perderlo en nimiedades o en temas irrelevantes. Y démosle energía a lo que realmente lo amerita.

Renunciemos a ser distraídos por cuanto dato aparezca ante nuestros sentidos. Cuando vamos a un restaurant no comemos todo lo que está disponible en el menú, sino que elegimos lo que nos apetece y no nos daña.

Con la televisión y las relaciones ocurre igual: ni vemos todos los programas ni nos relacionamos con todas las personas. Seleccionamos lo que valoramos como más adecuado a nuestros requerimientos.

Finalmente diré que aunque todos estamos relacionados de algún modo y lo que hacen otros puede afectarnos, es conveniente enfocarnos en sembrar en nuestro jardín, para que las flores nazcan a su tiempo y sean además excelentes. Si permanecemos hundidos en la vida ajena, podemos anticipar resultados indeseables que con algo de consciencia e inteligencia podrían prevenirse. Más vida propia, menos vida ajena. Gracias por leerse.

El Dr. Renny Yagosesky es PhD y MSc en Psicología, conferencista Internacional y autor de varios libros de Superación y Psicología Aplicada.

Nota: Si va ausar informaciónde este artículo por favor recuerde citar el autor y la fuente.

 

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