LA TERAPIA PSICONEUROCONDUCTUAL

Dr. Renny Yagosesky

Cuando se trata de comprender y estimular cambios en personas cuyos hábitos funcionales se han hecho socialmente desadaptativos, es necesario comprender los procesos que configuran esa desadaptación, esos patrones neuróticos mediante los cuales muchos sujetos interfieren, bloquean o dañan su bienestar y sus metas.

En algunos casos, inclusive, la dificultad para modificar sus pautas de autosabotaje se hace más notable, por cuanto saben lo que deben hacer pero no logran implementar la solución conocida.

Esta tendencia de saber qué hacer, querer hacerlo y no poder concretar el cambio deseado, es lo que se conoce como la «paradoja neurótica», un pernicioso hábito que produce culpa y daña gradualmente la autoestima y fractura el equilibrio psicológico y/o social.  

Esta comprensión, necesaria sin duda, significa entender a la persona en su propia subjetividad y también concebirla en interacción dinámica con sus contextos naturales: pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo y pares sociales. 

Con la aparición de la Neurociencia y sus numerosos aportes al conocimiento del funcionamiento del cerebro y su relación con la mente, las emociones y la conducta, puede decirse que se ha ampliado consdierablemente el entendiiento del papel de las estructuras cerebrales y la relación que los procesos cerebrales tienen con pensamientos, emociones y conductas. 

Esta visión interconectada ha sido fundamentada por diversas investigaciones que involucran casos de trastornos mentales, hipnosis, publicidad subliminal, curaciones espontáneas y otras, que muestran que es posible crear cambios en la conducta, a partir de cambios cerebrales (neuronales) derivados a su vez de cambios conscientes en los patrones de pensamiento.

Este entrenamiento mental consciente, ha probado tener influencia biológica, específicamente influencia neuronal, pues muestra que podemos activar ciertas áreas de cerebro a partir de ciertos pensamientos, y que tal activación consciente puede influir en la respuesta emocional y por tanto en la conducta. 

El entramado causal al que nos referimos, puede ser consdierado como neuro-conductual (como lo denomina Richard Davison) o PsicoNeuroConductual como prefiero llamarlo, por cuanto los pensamientos y emociones (la parte psico) se vinculan o influyen en la conducta de una manera estrecha y dinámica, creando una relación interdependiente.

Lo cierto es que estamos en presencia de nuevos modos de concebir al sujeto humano y sus manifestaciones funcionales como organismo inteligente, flexible y adaptativo, capaz de aprender frente a los requerimientos de un entorno cambiante.

Este modo de entender el proceso de cambio personal, impone al terapeuta el conocimiento de los postulados de algunos modelos como el Modelo Cognitivo Conductual que trabaja en el cambio de patrones de pensamientos, emociones y conductas (Terapia Cognitiva, TREC, Terapia Narrativa, etc.) así como el funcionamiento general del cerebro (dominacia hemisférica, neurogénesis, neuroplasticidad, cerebro triuno, neuronas espejo, etc.) para poder desarrollar programas terapéuticos que permitan desde lo mental (elección de pensamientos y actitudes conscientes), producir la activación o desactivación voluntaria de zonas cerebrales concretas (Corteza Prefrontal, Circuito Límbico, etc.) con la finalidad de crear y sostener estados emocionales específicos o debilitar y extinguir otros).

Esta perspectiva integral representa un avance notable para el trabajo terapéutico, pues permite postular que desde lo mental, es posible generar modificaciones medibles en la arquitectura neural, que tienen expresión concreta en las emociones y en el comportamiento.

Aquí se produce una combinación de métodos que hacen de esta concepción, una opción terapéutica sistémica, amplia y abarcante, pues incopora aspectos relevantes de aprendizajes de tipo: asociativo, reforzante, imitativo, mediacional y transaccional.

En algún momento he llamado psiconeuroemocional, a la dinámica que se genera entre cierto tipo de pensamientos voluntarios, que son capaces de activan ciertas zonas cerebrales y modificar las respuestas emocionales (en la experiencia y en la expresión).

Fisiológicamente, esta dinámica puede concretarse gracias a una particular propiedad cerebral que Karl Lashley, psicólogo norteamericano, denominó “plasticidad de la función neural” o neuroplasticidad.

Volviendo a la terapia psiconeuroconductual y sus aplicaciones, considero que el dominio de este conocimiento y su correcta aplicación, configura un salto de poder para terapeutas, médicos y para los propios sujetos clínicos, quienes al contar con el conocimiento adecuado acerca de estos procesos y mecanismos, podrían gestionar hasta cierto punto, cambios relevantes en sus patrones de acción cotidiana.

Algunas de las técnicas que uso con mayor frecuencia en la aplicación de la Terapia PsicoNeuroConductual, son:

  1. Micrometas.
  2. Relajación consciente.
  3. Visualización constructiva.
  4. Atención dirigida.
  5. Reforzamiento de la intención.
  6. Memoria positiva.
  7. Presenciación.
  8. Contagio emocional.
  9. Imitación conductual.
  10. Repetición espaciada.
  11. Activación emocional
  12. Aceptación creativa.

Cómo se ha señalado antes, estos y otros métodos, abren un espacio de cambio de orden mental/cerebral y a la vez emocional y comportamiental.

El Dr. Renny Yagosesky es Ph.D y MSc. en Psicología, Conferencista y Escritor

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