ENTENDER LA CONDUCTA

Dr. Renny Yagosesky

Cuando pensamos en la conducta tanto animal como humana y buscamos las bases para su comprensión y predicción, nos encontramos con un escenario complejo en el que no parece existir unanimidad. Existen numerosas visiones o paradigmas que intentan explicarla y que en ocasiones resultan diferentes y hasta contradictorias.

Existen, además, varias clasificaciones de las conductas. Entre esas podemos destacar la conducta innata y adquirida; latente y observable; voluntarias o involuntarias; adaptativas y desadaptativas; aversivas y apetitivas; pasivas, asertivas y agresivas; condicionada y no condicionada (Ver https://psicologiaymente.com/psicologia/tipos-de-conductas)

Algunas conductas muestran gran estabilidad mientras que otras muestran variaciones en el tiempo (lo que se hace hoy no se hace mañana) o en el espacio (lo que se hace aquí no se hace allá). A estas últimas se les ha denominado conductas mixtas.

Cada escuela o paradigma psicológico entiende la conducta de manera diferente.

Para los psicoanalistas, la conducta tiene su base en las pulsiones, que se expresan en un entramado psico-dinámico representado por el súper yo (lado social) el ello (la do instintivo) y el yo (el centro mediador), de forma tal que nuestras acciones responderían, según esta visión, a una tensión subjetivos que las sustenta y en la que unas veces ganarían los instintos y otras la cultura o la exigencia social. Asimismo, este paradigma, en su versión clásica o inicial, sostiene que el inconsciente es la sede preferencial de las decisiones conductuales y el impulso sexual, la motivación básica.

Para los psicólogos conductistas, las conductas son una respuesta a estímulos y pueden verse impulsadas o elicitadas por varios mecanismos: uno que permite la asociación o apareamiento de estímulos (ver Pavlov), otro que promueve las consecuencias de la conducta, en forma de premios y castigos, como el factor clave para su perpetuidad (Ver Skinner)  Y un tercer mecanismo, imitativo, que estimula conductas específicas (Ver Bandura)

Los cognigivistas consideran que la base del comportametpo normal y anormalestá en los esquemas mentales o esquemas cognitivos que se expresan en pensamientos automáticos y en distorisones de diverso tipo.asi lo han expresado en sus respectivos códigos pensadores y terapeutas clasicvos de esta corriente, como George Kelly, Aaron Beck y Albert Ellis. Para la  corriente cognitiva más mdoerna, la cognitiva constructiva, no hay una relalidad objetiva que intevenir para modificar, pues toda conducta aunque pueda parecer no funcional a primera vista, para la persona que la despliega o emite, esa conducta  es su mejor opción dentro del mapa de creencias y la evaluación de posibilidades que esa persona hace. Por lo que para estudiosos como Mahoney, el trabajo debe centrarse en los significados que damos a las situacioens, personas o cosas, que impiden resolver los problemas. se trabaja entonces en generar experiencias novedosas que haan posible la formación de nuevos patrones de significado y de acción.

Para los psicólogos sistémicos, la conducta es más bien una respuesta que deriva de la influencia del entorno. Esta perspectiva considera que participamos en un entramado de relaciones regidos por jerarquías y reglas. Aunque jamás se inscribió en esta corriente, un ejemplo de esta perspectiva es la proviene de la teoría del campo de la conducta Kurt Lewin, para quien la conducta se deduce de la dinámica de todos los hechos coexistentes o vectores de fuerza que se vinculan de manera interdependiente.

Para los psicólogos humanistas la conducta no es una función predeterminada. Por el contrario, se asume que emana del libre albedrío de personas buenas de manera innata, que tienen la capacidad para aceptar la responsabilidad por sus actos y orientarse de manera voluntaria hacia la autorrealización o la  necesidad de buscar su máximo potencial.

Los psicólogos transpersonales, tiene una visión bastante diferentes a las escuelas o tendencias anteriormente citadas. Según su paradigma, existen diversos niveles de consciencia que definen la personalidad, la capacidad de percibir y la habilidad de reaccionar a las situaciones. Desde aquí, las personas se comportan de acuerdo con su nivel de consciencia y son más o menos felices en razón de esta gradación. Los más favorecidos serían los de mayor nivel de consciencia, pues ya habrían integrado las experiencias de los niveles precios más bajos.

En los casos de comportamientos excéntricos o estadisticamente anornmales que encajan en la modalidad de trastornos (vistos desde el modelo medicopsiquiátrico), existen parámetros tipificados en los manuales de diagnóstico, que buscan modificar la conducta anormal a través de fámacos, pues se considera que las disfunciones son respuestas causadas por alteración del funcionamiento cerbral, lo cual conlleva a una visión biológica y por ende química de la conducta.

Aunque es el modelo más usado, es tambien el más cuestionado por sus implicaciones y distaciamiento de los factores  psicoeducativos  que cnsideran que la gente se neurotiza por sus malas decisone sy eso puede corregirse con nuevos patrones de acción y entornos más apropiados o nutritivos.

Como puede verse, hay muchos modos de entender la conducta, dependiendo del paradigma psicológico desde el cual se mire o se valore.

El Dr. Renny Yagosesky, es Ph.D en Psicología Cognitiva, Conferencista y Escritor
Nota: Si usa información parcial o total de este artículo, cite el autor y la fuente.
 

 

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