Dr. Renny Yagosesky
Se ha dicho repetidamente que los seres humanos somos seres lingüísticos. Que entendemos el mundo a través del lenguaje pues al ponerle nombres a los objetos, a los eventos a las personas podemos diseñar y definir una realidad compartida y comprendida.
Sin embargo, no basta con tener lenguaje y usarlo para que esa capacidad actúe en nuestro favor. Muy por el contrario, disciplinas como la Programación Neurolingüística, la Ontología del Lenguaje y la Terapia narrativa han probado que podemos usar las palabras en pensamientos y en conversaciones paras crearnos tristezas, enojos, culpas y preocupaciones.
Por fortuna también es posible que configuremos una realidad positiva que promueva el bienestar emocional y el logro. A ese tipo de lenguaje lo denomino aquí el lenguaje del éxito.
Estamos creando y utilizando el lenguaje del éxito cuando incluimos en nuestras conversaciones el reconocimiento de cualidades propias y ajenas, lo cual eleva nuestro ánimo y potencia nuestra autoestima.
Asimismo, es lenguaje de éxito el uso de palabras de acción, verbos activos como: hacer, lograr, forjar, ganar, avanzar, mejorar, superar y otros términos afines que orientan la atención hacia decisiones y tareas que conducen a alcanzar metas.
Se sabe que las preguntas que comienza con la palabra “No”, activan el área límbica y estimulan la producción de cortisol, una hormona del estrés que en proporciones elevadas es nociva para el organismo. Por lo cual el uso del “Sí en las conversaciones promueve bienestar y una mayor apertura comunicacional, al igual que la sustitución de los “pero”, a favor de “a pesar de” o “aunque”.
También las preguntas propositivas son parte del lenguaje del éxito. Veamos ejemplos: qué es lo que mejor me función? Qué es lo que debo hacer para mejorar? Cuáles son mis mejores cualidades? Dónde me conviene enfocar la atención en este momento o en esta etapa?
Finalmente, si en la conversación utiliza usted términos optimistas como: “sabemos saque lo van a lograr”, “gente inteligente como ustedes”, “nosotros los ganadores” o “un buen amigo como tú”, inducimos confianza y valores positivos en los demás.
Como vemos, se trata de crear nuevos patrones más conscientes y positivos, para usarlos voluntariamente en el proceso de creación de una realidad mental que nos potencia emocionalmente y en términos de resultados concretos. Practiquemos y seamos expertos en este lenguaje portador de buenas posibilidades. Gracias por leerme. @DoctorRenny