TIPOS DE APEGO

La Teoría del Apego de Jhon Bowlby, psicólogo y psicoanalista británico, postula que los seres humanos tenemos una necesidad innata de formar vínculos afectivos con otras personas, especialmente con nuestras figuras de apego principales, y que la calidad de estos vínculos influye significativamente en nuestro desarrollo emocional y social.

Una figura de apego para Bowlby, es una persona que proporciona una sensación de seguridad, consuelo y protección emocional a un niño o una niña. Bowlby argumentaba que los seres humanos tienen una necesidad innata de formar vínculos afectivos seguros con los demás, especialmente en la infancia, para poder desarrollarse emocionalmente de manera adecuada.

Bowlby identificó cuatro fases en el proceso de formación de un vínculo de apego entre un niño y su figura de apego:

1. Pre-apego: Durante los primeros meses de vida, los bebés aún no han desarrollado un sentido de la separación entre ellos y sus cuidadores. En esta fase, los bebés buscan la atención de cualquier persona que les proporcione alimento, calor y comodidad.

2. Apego en formación: A partir de los 4 o 5 meses de vida, los bebés comienzan a desarrollar un apego hacia las personas que les proporcionan cuidados consistentes y afectuosos. En esta fase, los bebés comienzan a mostrar preferencia por sus cuidadores principales y a buscar su atención.

3. Apego consolidado: A partir de los 7 u 8 meses de vida, los bebés comienzan a formar un vínculo de apego seguro con su figura de apego principal. En esta fase, los bebés confían en que su figura de apego estará disponible para satisfacer sus necesidades emocionales y físicas.

4. Apego desorganizado: En algunos casos, los bebés pueden desarrollar un vínculo de apego inseguro o desorganizado con su figura de apego debido a experiencias traumáticas o a la falta de cuidados adecuados. En esta fase, los bebés pueden mostrar comportamientos contradictorios hacia su figura de apego, como buscar su cercanía y rechazarla al mismo tiempo.

En cuanto a la calidad del vínculo de apego y sus consecuencias existen cuatro tipos de apego:

1. Apego seguro: es el tipo de apego que se desarrolla cuando el cuidador principal es sensible, disponible y responde de manera consistente a las necesidades del niño. Los niños con un apego seguro se sienten cómodos al explorar su entorno, saben que su cuidador estará allí si lo necesitan y se sienten seguros y protegidos.

2. Apego ansioso-ambivalente: se desarrolla cuando el cuidador es inconsistente en su respuesta a las necesidades del niño. Los niños con un apego ansioso-ambivalente pueden sentirse ansiosos e inseguros en presencia de su cuidador, pero también pueden mostrar resistencia cuando el cuidador trata de consolarlos.

3. Apego evitativo: se desarrolla cuando el cuidador no responde de manera consistente a las necesidades del niño, o cuando es rechazante o negligente. Los niños con un apego evitativo pueden parecer indiferentes a la presencia del cuidador y pueden evitar buscar su consuelo o protección.

4. Apego desorganizado: se desarrolla cuando el cuidador es abusivo o negligente en su respuesta a las necesidades del niño, generando temor y confusión en el niño. Los niños con un apego desorganizado pueden mostrar comportamientos contradictorios y confusos, como acercarse y alejarse del cuidador al mismo tiempo.

Es importante destacar que estos estilos de apego se desarrollan durante la infancia y pueden influir en las relaciones interpersonales a lo largo de toda la vida, aunque también es cierto que los seres humanos somos capaces de desarrollar nuevos patrones de apego a lo largo del tiempo y es posible desaprender y reeducarse, por lo que los patrones psicológicos adquiridos en la infancia

Renny Yagosesky es PhD y MSc en psicología, conferencista, comunicador social y escritor.

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