Dr. Renny Yagosesky ///
Desde siempre las mujeres han resultado ser complicadas para los hombres. Estos las catalogan de misteriosas, e ignoran como desentrañar su mundo interior. ¿Qué quieren realmente las mujeres de los hombres? Siga leyendo.
Son muchos los hombres que padecen enormes presiones por no poder lograr que las mujeres que les atraen, les respondan, acepen y amen. La razón, es que existen muchos mitos culturales que generan confusiones, en un mundo en el que los roles se han entrecruzado y cambian con frecuencia.
Tomando como base las observaciones de Michael Morgenstern, podríamos afirmar que los hombres nos hemos dedicado a aprender mucho sobre sexo y muy poco sobre amor, mientras que las mujeres parecen priorizar las cosas de manera opuesta. Se ha dicho que en el aspecto sexual, «el hombre sólo necesita un lugar, mientras que ellas requieren una razón». esto confirma cierta diferencia en la manera de entender y experimentar las relaciones.
Según este autor, «la mayoría de las mujeres parecen no estar interesadas en sexo sin amor; quieren hombres que se involucren emocionalmente y que muestren interés antes durante y después del sexo, más que tener sexo, que sería la obsesión típica de los varones.
Las mujeres quieren desesperadamente que se les valore y no se les reduzca a objetos sexuales sin mente ni corazón; quieren ser vistas como seres completos, con integridad; quieren romance, galanteo, cortejo; les gusta recibir flores y presentes, no necesariamente costosos;, tener citas iluminadas con luz de velas, escuchar música, recibir halagos, sentir confianza y un verdadero interés. Es decir, desean alguien que se acerque con gracia y magia, y que juegue gustosamente el juego del amor.
Es queja femenina frecuente, que los hombres no entendían las necesidades de las mujeres. Muchas se quejan de ser tratadas como estúpidas y de ser discriminadas. Esta revelación es digna de ser considerada, pues a pesar de la «liberación femenina», la mujer sigue siendo mujer y sigue teniendo necesidades femeninas. Para Morgenstern, hemos confundido igualdad sexual con uniformidad sexual.
Pareciera que los hombres hemos llegado a internalizar demasiados prejuicios y generalizaciones acerca de las mujeres y no nos atrevemos a ver los cambios que hay en ellas, a considerar sus demandas reales, a detectar su mensaje verdadero.
Algo que no debemos pasar por alto, es el hecho de lo mucho que nos cuesta aceptar que en existe en nuestro interior una parte femenina así como en la mujer existe una polaridad masculina. Y que mientras la mujer ha desarrollado esa polaridad latente compitiendo, aspirando a más y asumiendo enormes responsabilidades en casa y fuera de ella, muchos hombres, se han estancado y siguen evadiendo hablar sobre sus emociones y se niegan a expresar honestamente la ternura y la calidez.
Concretamente , lo que las mujeres parecen querer y demandar de un hombre es:
- seguridad en sí mismos
- mentalidad amplia
- encanto al conversar
- pasión por la vida y por lo que hacen
- sentido del humory la
- habilidad de prestarle atención a la mujer, sin discriminarla y otorgándole importancia verdadera.
En una encuesta realizada por un periódico neoyorkino, donde se interrogó acerca de lo que las mujeres veían inicialmente de un hombre, la respuesta incluyo elementos como: forma de mirar, aspecto de su trasero, movimiento y forma de las manos, estómago plano, calidez y firmeza en el tono de voz , y arreglo personal no exagerado. En relación con la musculatura, tamaño del pene y atractivo físico en general, se mostraron motivadas por la belleza masculina, sin mostrar preferencias de condición indispensable. Prefieren a alguien con seguridad, capacidad para escuchar, sentido de la seducción y paciencia.
Las quejas que expresaron se refirieron a la presión, la prisa y la inseguridad masculinas. «No les gusta hablar calmadamente», » sólo piensan en lo que ellos quieren», no entienden nada de romanticismo», «siempre están apurados» , «hablan mucho de ellos mismos», «necesitan demasiada aprobación «, etc.
Lo que muchas mujeres parecen decirnos es que desean ser seducidas, con todo y flores, velas, música y palabras agradables. Después, que les permitamos ser auténticas, y en el propio terreno amatorio, que nos abramos sin prejuicios a su iniciativa sin culpabilizarlas.
Algunos hombres suelen quejarse de que las mujeres son ambiguas e indefinidas y que les hacen perder su tiempo y su dinero, pues ellas jugarían coquetean y luego juegan al «yo no fui». Lo que ocurre es que no pocas mujeres ven como normal el excitarse, sin sentir que están obligadas a irse a la cama, a lo cual se disponen cuando para ellas he llegado el momento adecuado. También se quejan del materialismo de algunas mujeres, que parecen “medir” es estatus antes de lanzarse. Hoy sabemos por algunos estudios sobre la psicología del amor, que a muchas mujeres les resultan erotizantes los hombres poderosos y estables económicamente.
Con todo , lo importante es que los hombres acusemos recibo del mensaje femenino y desde la comprensión de su solicitud, hagamos lo posible por crecer y ayudar a que se generen encuentros más honestos , nutritivos y satisfactorios . Gracias por leerme.
Renny Yagosesky es Ph.d en Psicologia, Conferencista y Escritor.
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