EL CONSTRUCCIONISMO SOCIAL: LA REALIDAD CONTEXTUAL

Dr. Renny Yagosesky

La filosofía es considerada como la madre de todas las ciencias. Algunos han ubicado su origen en Egipto. Hay quienes la ven como dsiplina formal a partir de Tales de Mileto por el siglo VII a. c.  Aunque para Isócrates, político y educador griego, la filosofía fue propulsada y potenciada en la antigua Grecia.

Conceptualmente puede definirse como: “la ciencia que trata de la esencia, propiedades, causas y efectos de las cosas naturales”. (definicion.org); o como “La disciplina milenaria que se caracteriza por formular preguntas críticas acerca del sentido de la vida, el ser humano, la sociedad, la historia y el papel del sujeto en ella”. (www.rebelion.org).

Hay dos bases centrales de su consistencia son: un discurso racional que no considera lo  sobrenatural como agente cfausal para explicar los fenómenos naturales, y el rechazo de las contradicciones en las líneas de razonamiento.

La filosofía se subdivide en tres ramas constituyentes cada una con su objeto de estudio: la Ontología (estudia el Ser), la Axiología (estudia el Valor) y la Epistemología (estudia el Conocer).

Dentro de la epistemología existen, a su vez, varias corrientes que plantean teorías y métodos acerca del conocimiento y la realidad, es decir, acerca del cómo llegamos a la creación de esos conocimientos y a la convicción de que lo que consideramos real, ciertamente lo es. Estas son: «El Positivismo», el Constructivismo, y el Construccionismo Social. A esta tercera, dedico estas líneas.

El positivismo es una tendencia epistemológica de la filosofía, cuyo postulado esencial es que la realidad es externa, pre-dada y posible de medirse, describirse y predecirse. Plantea también, que el conocimiento científico y sus métodos (racionalidad y objetividad) son los únicos caminos para un conocimiento real y válido.

El constructivismo, por su parte, afirma que la realidad una construcción mental, una interpretación, una representación subjetiva y variable, del mundo exterior.

La tercera concepción, el Construccionismo Social, plantea que el conocimiento no es producto de una abstracción intelectual derivada de un potencial innato de la mente (racionalismo), ni tampoco la descripción objetiva de nuestras experiencias con el mundo exterior (empirismo). Más bien, señala, como afirma Kenneth Gergen, que el conocimiento es una creación o «construcción» que se genera a partir de las prácticas sociales, los esquemas culturales y los procesos históricos. Así, se trataría de una variable social y no individual como lo proponen las visiones precedentes.

Para Gergen, el conocimiento resulta de la aceptación que las personas dan a los criterios emanados de las instituciones sociales (empresa, familia, escuelas, medios, iglesia, etc.) que son las que configuran lo socialmente aceptable, necesario o adecuado. De manera que todo lo que se asume, se acepta y se internaliza en los procesos de relación social, pasa a convertirse en lo real.

Gergen ha considerado postular cuatro hipótesis básicas subyacentes en esta concepción, con la finalidad de facilitar la comprensión acerca de cómo describimos y nos explicamos el mundo en el cual vivimos:

La primera hipótesis plantea que el conocimiento del mundo está determinado por la cultura, la historia o el contexto social. Pensemos por ejemplo, la palabra «negro». Esta tendrá significados distintos, y su interpretación impulsará y generará tendencias de emoción y acción diferentes en personas y grupos, dependiendo de sus aprendizajes, roles y contextos.

De manera que al decir «negro», podríamos estarnos refiriendo a una acepción sociocultural traducible como: esclavo, fuerte, sexy, rebelde, inferior, delincuente, deportista, etc.

La segunda hipótesis es que los términos con los cuales comprendemos el mundo, son artefactos sociales, productos de intercambios entre la gente, y cuya validez es dada por las circunstancias históricas en vigencia. Así, el proceso de entender, no tendría una base natural o biológica, sino social y cultural, pues los significados brotan de los aconteceres, eventos y relaciones existentes. La palabra “matar” puede representar un delito despreciable y penado o un acto heroico, sublime necesario, dependiendo del contexto y de quien realice la valoración.

La tercera hipótesis señala que el grado en el que una forma de comprensión prevalece sobre otra, no se debe a la validez probada de esa perspectiva, sino de las circunstancias y procesos sociales (aceptación, negociación, persuasión, etc.) Ejm: la idea de que alguien es “necesario” o “desechable” dependerá de los objetivos y el tipo de relaciones que existan en determinado contexto.

La cuarta hipótesis de Gergen, señala que las formas de comprensión de la realidad están conectadas con muchas otras actividades sociales. Así se forman redes de modelos sociales que se apoyan o se excluyen, con lo cual un cambio en un nivel crea tensiones en otros niveles del entramado. Ejm: Al modificarse una concepción médica, se afectan los procesos de las consultas, las prescripciones farmacológicas sugeridas, etc. Recuérdese cuando la homosexualidad dejó de ser vista como enfermedad, y excluida del DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) debió producirse un ajuste en toda la cadena de conceptos, actitudes y conductas de médicos, familiares y difusores, en cuanto a concepción, tratamiento y aceptación.

Siguiendo a Damiani, puede verse que este ángulo de análisis socio-construccionista se aproxima a la concepción clásica marxista, pues para Marx: el hombre y sus producciones teóricas, los conocimientos y las ideas de lo real, emergen de relaciones sociales dinámicas; las cosas nunca son lo que parecen ser; la conciencia de la humanidad es regularmente alienada por apariencias fenoménicas y por una constante manipulación interesada de las conciencias; y el conocimiento de la naturaleza y del mundo, dependen de factores externos, históricos y colectivos, que generan el avance de la ciencia, y los llamados métodos de confirmación científica. Marx también planteó la existencia de una diferencia, una distancia entre ciencia e ideología, entre lo concreto y lo abstracto, y entre lo aparente y lo verdaderamente real.

Como resumen, veamos algunas ideas asociables con los postulados del Construccionismo Social:

– La realidad es siempre convenida y negociada.
– Los problemas sociales son una construcción desde las relaciones de poder.
– Los conceptos y los atributos que designan no tienen relación directa.
– El origen de toda teoría es social.
– El lenguaje es una herramienta social de interacción; un artefacto maleable.
– Las palabras solo cobran su significado en el contexto de las relaciones vigentes.
– La “objetividad” es producto de una convención social contextual y variable.
– Las pautas de relación definen los significados y valor de las palabras.
– El relativismo construccionista no es factor limitador, sino potencial utilizable.
– Todo ejercicio del poder, es circunstancial, relativo y modificable.

* El Dr. Renny Yagosesky es PhD y MSc. en Psicología, Lic en Comunicación Social, Conferencista Internacional y Escritor.

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